Categorías
Geografía Histórica

Espacio

Autores:Jonathan Montero Oropeza y Anabell Romo González

El espacio es un concepto que se utiliza por diversos campos del conocimiento humano como la física, las matemáticas, la arquitectura, la comunicación, la lingüística o la economía; en cada una de estas ramas del saber existen diversos enfoques y en su uso se encuentran marcos teóricos e intelectuales complementarios e inclusive antagónicos. De acuerdo con Fernández (2009, p. 125), “la geografía es sólo una de las disciplinas que estudian el espacio de manera sistemática, pero en sus intereses particulares y en su origen epistemológico, el espacio figura como centro”. En el medio rural y en el ámbito urbano existen transformaciones sociales, tensiones políticas, especializaciones económicas y particularidades culturales que  modifican el espacio, por ende, esta categoría analítica es fundamental para el análisis no solamente del conocimiento geográfico, sino de todas las ciencias sociales.

Bonnie Moreland (2018) Hot air balloons on lake. Oregon. (Fotografía) Recuperada de Flickr: https://www.flickr.com/photos/icetsarina/43354924905/

Una de las interpretaciones de mayor uso es la que sugiere ver al espacio como un contenedor. Esta noción, es la más simple y generalizada, se trata de ver al espacio como un recipiente que puede ser “vaciado” o “llenado” al introducir o retirar objetos (Palacios, 1983, p. 56). También existe la idea del espacio como reflejo, subordinado a otras instancias que operan en el funcionamiento de la economía y de la sociedad en general. Desde esta perspectiva el espacio no tiene la capacidad de influir en los procesos de índole social porque se percibe como un elemento pasivo, que a lo sumo, refleja a la sociedad (Hiernaux y Lindón, 1993, pp. 100-101). Sin embargo, surgen interpretaciones que perciben al espacio no únicamente como un soporte o un simple espejo de la sociedad.

Lejos de ambas interpretaciones, en su obra Espacio y política el filósofo francés Henri Lefebvre, buscó armonizar las categorías de espacio mental y espacio social, argumentando que el espacio es una modalidad de la producción en la sociedad. Este pensador señaló que la producción del espacio se descubrió durante la década de 1920, cuando la ciencia y el arte buscaban nuevos canales de expresión, por lo que los referentes previos, comenzaron a ser puestos en tela de juicio: el espacio absoluto, Dios y el Diablo, la Ciudad, la Historia, el Padre y la Familia (Lefebvre, 1976, p. 121). Para él, el espacio se convierte en un agente de tipo social, que se vende, se compra, se renta y se consume, lo cual lo convierte en un producto, una mercancía con un valor, al que se le construye o destruye (Lefebvre, 1976, p. 42). La propuesta de este autor es una invitación a considerar al espacio como un elemento activo, lejos de la interpretación pasiva presente en las posturas que analizan al espacio como contenedor o reflejo.

En relación a los planteamientos de Lefebvre, se debe recordar que la teoría de relatividad de Einstein, el cubismo y el surrealismo desafiaron la concepción absolutista de espacio; el espacio absoluto hace referencia a un campo o un recipiente que se describe a través de un sistema de coordenadas métricas, esta perspectiva con base en la geometría euclidiana, tuvo preponderancia en las sociedades occidentales, cuyo fundamento filosófico y científico se encontraba en los trabajos de Descartes, Kant y Newton (Smith y Katz, 1993). Obras como el Guernica de Picasso inyectaron una nueva perspectiva sobre el espacio, tanto por la carga simbólica de crítica social, como por la propuesta novedosa sobre la concepción espacial que se representó en el lienzo. 

El Guernica de Picasso, obra cubista en blanco y negro que representa el bombardeo a la población de Guernica durante la Guerra Civil Española.

En ese sentido, los enfoques sobre el espacio han evolucionado, de acuerdo a la necesidad y obligación de las ciencias sociales para explicar la realidad y las transformaciones sociales, económicas, políticas y ambientales. Por ejemplo, hacia finales del siglo XIX, en el marco de la conformación del Estado alemán, el biólogo Friedrich Ratzel argumentó que el Estado era como una célula que necesitaba expandirse. Para Ratzel, los Estados ocupaban espacios allende a sus fronteras para lograr el progreso, por lo cual requerían de un lebensraum (espacio vital). Esa concepción determinista fue objeto de amplios debates y perspectivas antagónicas, sobre todo con respecto a la escuela geográfica regional francesa y a los planteamientos sociológicos de Durkheim, quien fue sumamente crítico con la obra de Ratzel.

En los años siguientes, el concepto de espacio se reformuló dentro de la geografía a través de las metodologías de corte cuantitativo. El geógrafo alemán Fred Kurt Schaefer publicó en 1953, en la revista Annals of the Association of American Geographers, su texto Exceptionalism in Geography: A Methodological Examination (Excepcionalismo en geografía). Schaefer exigía a los geógrafos el planteamiento de leyes y la aplicación de metodologías procedentes de las ciencias físicas, para orientar los estudios geográficos en la búsqueda de regularidades espaciales asociadas a las distribuciones de los fenómenos geográficos en el espacio (Ortega, 2000, p. 270).

En consecuencia se adoptó y adaptó a los estudios geográficos la idea de un espacio de tipo cartesiano, es decir, cuantificable y medible. Así, se rescataron propuestas como la teoría de la localización formulada por Von Thünen en el siglo XIX y de la teoría de los lugares centrales postulada en 1933 por el geógrafo alemán Walter Christaller. Para la geografía, los problemas de localización, distancia y distribución, se volvieron temas de suma relevancia en sus análisis mediante planteamientos que trataban al espacio desde un ámbito geométrico, lo cual le impidió considerar a la acción humana, los procesos y relaciones sociales dentro de sus análisis.

Von Thünen, J (1875) El estado aislado en relación con la agricultura y la economía política. Berlin, Wiegandt. University of Toronto. (Fotografía) Recuperada de Flickr: https://www.flickr.com/photos/internetarchivebookimages/20852792192/in/photostream/

En el marco de los movimientos sociales de la década de los sesenta que ponían en tela de juicio las desigualdades económicas y raciales, surgió entre los geógrafos anglosajones la geografía de la percepción. Una de sus tareas primordiales consistió en incorporar métodos cualitativos a la disciplina (como la observación participante) para analizar el punto de vista y el comportamiento de los grupos humanos, respecto a temas como la distribución del ingreso, la localización habitacional e industrial en una ciudad, trayectorias y movilidad en el espacio urbano y problemáticas ambientales. Para analizar al espacio, los geógrafos adheridos a esta corriente se valieron de mapas de percepción, en los cuales los informantes construían representaciones espaciales que evidenciaban espacios de referencia, preferencias espaciales, desplazamientos, lugares de asistencia frecuente y sentimientos de identificación o rechazo con el espacio.

Muy cercana a la geografía de la percepción se encontró la geografía humanística, la cual tomó bases epistemológicas de la psicología y de la filosofía, concretamente de la fenomenología (Husserl y Schutz), del existencialismo (Sartre) y del idealismo (Collingwood) (Pillet, 2004, p. 145). Su principal preocupación se centró en el significado emocional e identitario que los seres humanos dan al espacio. Otra inquietud de esta corriente radicó en interpretar el comportamiento humano en la solución de problemas sociales y ambientales, aspecto que es una herencia de la geografía de la percepción. La geografía humanística, en su intento de estudiar la intencionalidad de la acción humana para comprender el significado social del mundo vivido, centró parte de sus investigaciones en los lazos entre los individuos y el medio material, expresado en el espacio, insistiendo en la construcción social de los mismos y teniendo en cuenta aspectos como su carga emotiva, estética y simbólica (García, 2005, p. 30).

Como se observa, estas corrientes no hacen énfasis en las relaciones de poder, ni en cómo las sociedades humanas transforman el espacio con base en sus capitales económicos y sociales. Los movimientos estudiantiles de la década de los sesenta, la lucha en favor de los derechos de los negros en Estados Unidos, la Guerra de Vietnam, los procesos independentistas en África y el contexto de la Guerra Fría, motivaron la reflexión y acción entre varios científicos sociales.

Desconocido (1970) Black Power Demonstration. MEPO 31/21 London: The national archives. (Fotografía) Recuperado de Flickr: https://www.flickr.com/photos/nationalarchives/24284955374/

Un grupo de geógrafos replanteó el rumbo del conocimiento, al amalgamarlo con su compromiso político e ideológico. A esa corriente se le llamó geografía crítica. En Estados Unidos, las Expediciones Geográficas encabezadas por geógrafos en Detroit, la fundación de la revista académica Antipode y la constitución de la Unión de Geógrafos Socialistas, dieron una revitalización epistemológica al campo geográfico (Mattson, 1978, pp. 9-14). Mientras tanto, en Reino Unido, otro grupo encabezado por la geógrafa Doreen Massey, comenzó a realizar estudios espaciales mediante el respaldo del marxismo y el feminismo. Paradójicamente en dos países fundamentales para comprender el capitalismo surgieron posicionamientos para analizar la realidad mediante la recuperación de textos marxistas.

En esos trabajos el espacio se estudiaba como resultado de procesos y relaciones sociales, es decir, desde una perspectiva analítica muy diferente por entregar resultados basados en la geometrización del espacio. Algunos geógrafos que trabajaban desde el enfoque crítico, comenzaron a discernir y teorizar sobre el uso, alcances, límites y matices en la utilización del concepto de espacio. Éste, se comenzó a analizar como un elemento que se vende, renta, adquiere, se parcela y se disputa, en el sentido que lo señalaba Henri Lefebvre. La riqueza de su propuesta radicó en comprobar que el espacio se producía y reproducía socialmente, así evidenció cómo los grupos sociales se apropian y configuran el espacio de acuerdo a su organización social y sus prácticas territoriales. Estas reflexiones sirvieron para comprender las polarizaciones espaciales y la acumulación del capital.

Como el lector puede percatarse, la mayoría de los autores y perspectivas sobre el espacio proceden de academias de países centrales. Cabe señalar que la geografía brasileña ha realizado valiosas aportaciones teóricas y empíricas al conocimiento geográfico desde el uso del concepto de espacio. El caso más relevante es el de Milton Santos quien señala que:

“El espacio se conforma por un conjunto indisoluble, solidario y contradictorio de sistemas de objetos y sistemas de acciones, los cuales no se encuentran aislados sino como parte del contexto en el que se realiza la historia” (Santos, 1986, s/p).

Para este autor, la construcción del espacio depende de la interacción de cinco factores: los seres humanos, las empresas, las instituciones, el medio ecológico y la infraestructura. Los humanos son los candidatos al trabajo, o bien, quienes lo suministran. Estos mismos individuos, también generan una demanda de bienes y servicios, los cuales son abastecidos por las empresas y las instituciones gubernamentales, quienes buscan regular el comportamiento de la sociedad mediante normas, leyes y códigos. Por consiguiente, el medio ecológico es el conjunto territorial que compone la base física del trabajo humano. Mientras que las infraestructuras son el trabajo materializado de la mano de obra humana como lo puede ser una obra de drenaje profundo, un edificio, un puente o una escuela (Tabla 1).

Tabla 1. Los elementos del espacio

ElementoCaracterística
Los seres humanosSon los candidatos al trabajo o quienes lo suministran; estos mismos generan una demanda de bienes y servicios, los cuales son abastecidos por las empresas y las instituciones gubernamentales.
Las empresasSu función es proporcionar satisfactores, bienes, servicios, ideas, conocimiento e información a los seres humanos.
Las institucionesBuscan regular el comportamiento de la sociedad mediante normas, leyes y códigos.
El medio ecológicoEs el conjunto territorial que compone la base física del trabajo humano.
InfraestructuraSon el trabajo materializado de la mano de obra humana como puede ser: un edificio, una clínica, un puente, un sembradío o una escuela.

Elaboración propia con base en Santos (1986) Espacio y método en Geocrítica, Año XII, núm. 65.

Los elementos del espacio interactúan entre sí, poseen vínculos de conexión y unión; empero, cada elemento posee un valor dependiendo del momento histórico, su localización, sus cualidades intrínsecas y el arraigo que los individuos tengan hacia ellos. La evolución de los elementos del espacio es permanente y diferente en cada lugar donde se desarrollen, puesto que las particularidades de un lugar (en conjunción con la dinámica regional, nacional y mundial) otorgarán rasgos propios (Santos, 1996, p. 35). 

En ese sentido, la geógrafa Doreen Massey (2012) propone que se necesita conceptualizar al espacio como el resultado de la construcción de relaciones, como la coexistencia simultánea de interacciones en todas las escalas espaciales, desde lo local hasta lo global. Precisamente considerar una perspectiva en la que el espacio no se interprete solamente como contenedor o reflejo, permitirá comprender cómo se configuran los lugares y las diferencias geográficas en diferentes escalas. Surgen así nuevos retos para replantear cómo analizar e interpretar al espacio, sobre todo si pensamos en las transformaciones ocurridas a raíz del creciente uso del ciberespacio, el desigual acceso a la tecnología digital, el brote de nuevas enfermedades, la reorganización de los sistemas de salud, las crecientes problemáticas de transporte en las ciudades, el inequitativo acceso a la vivienda en diversos puntos geográficos del orbe, los cambios climáticos locales, la reorganización de organismos económicos y la reconfiguración de actividades económicas como el sector turístico.

Pete (2008) Times Square. October. N.Y. (Fotografía) Recuperada de Flickr.

Palabras relacionadas: economía, región, ciudad, norma

Bibliografía

Fernández, F. (2009), “¿Quién estudia ese espacio? Una reflexión sobre la geografía y los intereses de las ciencias sociales” en Chávez, M. González, O. Santana y Ventura, C. (Eds) Geografía Humana y Ciencias Sociales. Una relación reexaminada, México, El Colegio de Michoacán, pp. 107-130.

García, A. (2005), “La geografía ante los retos de la globalización” en Téllez, C. y Olivera, P.(Coords.), Debates en la geografía contemporánea. Homenaje a Milton Santos, México, El Colegio de Michoacán, Embajada de Brasil, Facultad de Filosofía y Letras (UNAM), Universidad de Guadalajara, pp. 27-44.

Hiernaux, D. y Lindón, A. (1993), “El concepto de espacio y el análisis regional” en Secuencia, núm. 25, enero-abril, Instituto Mora, pp. 107-130.

Lefebvre, H. (1976), Espacio y política, Barcelona, Península.

Massey, D.  (2012), Un sentido global del lugar, Barcelona, Icaria.

Mattson, K. (1978), “Una introducción a la geografía radical” en Cuadernos críticos de Geografía Humana, año III, núm. 13, Barcelona.

Montero, J. (2017), “Espacio” en Ramírez, J (Coord.), Conceptos clave en ciencias sociales, Guadalajara, Universidad de Guadalajara.

Ortega, J. (2000), Los horizontes de la geografía, Barcelona, Ariel.

Palacios, J. (1993), “El concepto de región: la dimensión espacial de los procesos sociales” en Revista Interamericana de Planificación, XVII, (66). pp. 56-68.

Pillet, F. (2004), “La geografía y las distintas acepciones del espacio geográfico” en Investigaciones Geográficas, núm. 34, mayo-agosto, 2004, pp. 141-154.

Santos, M. (1986), “Espacio y método” en Geocrítica, año XII, núm. 65. Disponible en:  http://www.ub.edu/geocrit/geo65.htm

Santos, M. (1996), De la totalidad al lugar, Barcelona, Oikos-Tau.

Schaefer, F. (1988), Excepcionalismo en geografía, Barcelona, Universidad de Barcelona.

Smith, N. y Cindi K. (1993), “Fundamentando la metáfora. Hacia una política espacializada” en Berenzon B. y Calderón, G. (Comps.), Coordenadassociales más allá del tiempo y el espacio, México, UACM, pp. 115-146.

Sitios de interés:

Para conocer más sobre el modelo de localización de Von Thünen haz clic en la siguiente liga: Von Thunen’s Model of Land Use

Mapa Digital de México : Mapa Digital de México

Para una breve introducción al Mapa Digital ver el siguiente video:  Como usar Mapa Digital INEGI

Explora el espacio, visita también los siguientes mapas interactivos:

Clima, viento y condiciones oceánicas en vivo: Earth Nullschool

Biodiversidad en el mundo: Map of Life

Religión: World Religions Map | PBS LearningMedia

Coronavirus en vivo: COVID-19 Map – Johns Hopkins Coronavirus Resource Center

Paz: Global Peace Index Map » The Most & Least Peaceful Countries

Deuda mundial en vivo: World debt comparison: The global debt clock | The Economist

Crímenes de odio en Estados Unidos: Hate Map | Southern Poverty Law Center

Nacimientos y defunciones en el mundo: https://www.theatlantic.com/health/archive/2013/10/a-real-time-map-of-births-and-deaths/280609/

Población mundial a través del tiempo: https://worldpopulationhistory.org/map/2050/mercator/1/0/25/

Acerca de los autores

Jonathan Montero Oropeza

Licenciado en Geografía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), maestro en Geografía Humana por El Colegio de Michoacán, Unidad La Piedad y Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara (UdeG). Se ha desempeñado como profesor en la Universidad de Guanajuato, Campus León, en las licenciaturas de Desarrollo y Gestión del Territorio, Trabajo Social, Sociología y Ciencias Políticas y Administración Pública. Actualmente es profesor en la licenciatura de Desarrollo Territorial en la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad León, de la UNAM. Candidato a Investigador del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Sus líneas de investigación son: geografía del deporte, sociología de empresas y empresarios; desarrollos geográficos desiguales; geografía cultural y geografía del turismo.

Anabell Romo González

Licenciada en Historia. Maestra en Estudios Latinoamericanos. Candidata a Doctora en Estudios Latinoamericanos, con la investigación: “La cultura hispanoamericana y las ciudades letradas. La Real Universidad de México y la Universidad Mayor de San Marcos de Lima en el siglo XVI”.

Profesora de Metodología de las Ciencias Sociales I y II en el Departamento de Historia en el Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia (SUAyED) y de Geografía e Historia en el Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM. Responsable del proyecto de investigación “La Metodología de la Historia en el siglo XXI” de la FFyL, PIFFYL 2016 026. Ha colaborado en los proyectos de investigación La expansión marítima de Europa y sus efectos en América y Centroamérica y México durante la independencia realizando labores de investigación archivística, documental y bibliográfica. Ha participado en seminarios y encuentros de investigación como el Seminario de Estudios Novohispanos, el Encuentro de Investigadores del Pensamiento Novohispano y el Seminario Internacional sobre Asia Oriental y América. Actualmente es miembro ordinario de la Asociación Interdisciplinaria para el estudio de la Historia de México.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *