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Historia Laboral y de la Empresa

Migración

Autor: Adán Vázquez Valenzuela

La palabra migración apareció por primera vez en 1855 dentro del Diccionario enciclopédico de la lengua española de la biblioteca ilustrada de Gaspar y Roig; en 1869 fue incluida en el diccionario de la Real Academía Española (RAE) en donde se afirma que proviene del latin migratio, es decir, moverse o desplazarse. Por ello, en términos simples, la migración se ha definido como el desplazamiento geográfico de individuos o grupos de estos por causas económicas, políticas o sociales. De forma intrínseca, el fenómeno implica la movilidad de consumidores y de fuerza de trabajo de un sitio a otro, lo cual ha suscitado debates entre los estudiosos del tema. Los autores Douglas Massey, Joaquín Arango, Hugo Graeme, Alí Kouaouci, Adela Pellegrino y J. Edward Taylor, por ejemplo, argumentan que la economía neoclásica explica a la migración como parte de la integración de mercados laborales, enfocándose en diferenciales de salarios, costos y decisiones individuales (Massey, Arango, Graeme, Kouaouci, Pellegrino y Taylor, 2000, pp. 5-11). Incluso, se ha llegado a explicar el desplazamiento argumentando que el país expulsor posee una ventaja comparativa en fuerza de trabajo poco calificada con respecto a su contraparte receptora (Boyes y Melvin, 2006). Lo cierto es que el término ha dado pie a distintas teorías para entenderlo y cada una de ellas ha puesto énfasis en los conceptos que sus autores consideran necesarios.

Ebony Black (2018) Migrants. A tragic part of Africa today.

La integración de mercados laborales propuesta por la teoría neoclásica va de la mano con otros enfoques que conciben al fenómeno migratorio como resultado de causas que ocurren en espacios económicos separados. En ese sentido, quizá la corriente académica que trata con factores de expulsión y factores de atracción (push and pull theory of migration) sea la que más se le relaciona. Dicha teoría concibe que el desplazamiento resulta tanto de motivaciones relacionadas con el lugar de origen de quienes migran como de otras tantas que hacen atractivo radicarse (temporal o permanentemente) en el espacio receptor. En otras palabras, el o la migrante tiene por lo general expectativas de mejorar su situación social y económica, lo cual confía que ocurrirá con el desplazamiento.

No obstante, ha habido estudiosos que conciben que la decisión de cambiarse de sitio dista de ser individual y es más bien de índole familiar o colectiva. Charles Tilly concibió por ejemplo a la migración como resultado de la formación de capital social y de la articulación de redes migratorias, en ese sentido, la historia de la migración debe ser entendida como la historia de la vida social (Tilly, 1978, p. 68). Otros estudiosos como Michael Piore enfatizan que el fenómeno se debe a la formación de mercados de trabajo segmentados en las llamadas ciudades globales. Esta corriente postula que las causas detrás de la migración se encuentran en la necesidad de proveer de servicios a un mercado primario, el cual demanda fuerza de trabajo poco calificada y que al mismo tiempo sea barata.

USDA (2019) Farmworkers at strawberry fields. Lewis Taylor Farms. Georgia: U.S. Department of Agriculture.

Tómese en cuenta que lo mismo puede ocurrir para el caso de la mano de obra calificada, sólo que ésta tenderá a ser cubierta en principio con fuerza de trabajo de origen local. En otras palabras, el empleo bien remunerado también tendrá el potencial de atraer mano de obra desde otras latitudes, aunque en cantidades menores pues los puestos de trabajo con buenos pagos serán primero cubiertos por trabajadores locales. Lo cierto es que tanto la teoría que retoma a la formación de capital social como principal motivo de la migración como la que destaca la formación de mercados de trabajo segmentados tienden a enfatizar la existencia de dos o más espacios que propician la movilidad (Piore, 1979, pp. 39-40).

El enfoque neoclásico no sólo contempla la decisión individual o familiar basada en expectativas a futuro como factor fundamental para migrar. Considera también los posibles costos que tiene el desplazarse de un sitio a otro, así como a la regulación que puede haber en ese desplazamiento. En ello, irónicamente, coincide con la postura de autores totalmente ajenos a esta escuela como Michael Burawoy (1979, pp. 107; 119-120), quien ha sostenido que el Estado cumple un papel como regulador de la circulación y la propia reproducción de la fuerza de trabajo. Esto a través de la formulación y la adopción de programas, leyes y normas con las que el Estado propicia el surgimiento de industrias completas que utilizan mano de obra poco calificada. En tal lógica, el mercado expulsor de fuerza laboral termina subsidiando el desarrollo del mercado receptor.

EUNAVFOR MED (2015) Rescue of migrants, October 2018. CSDP EEAS

            La teoría neoclásica de la migración ha tenido un sinnúmero de escuelas críticas. Una de estas corrientes considera no sólo a las motivaciones económicas como elemento fundamental para migrar, sino también a factores culturales y sistemas de creencias. Así pues, en lugar de hablar de “integración de mercados laborales” que dependen de causas de “expulsión” y “atracción” (que bien podrían definirse como oferta y demanda de fuerza de trabajo), o de decisiones basadas en evaluaciones de “costo-beneficio”, se ha propuesto hablar de “cultura” de la migración. Los ya referidos Massey, Arango, Graeme, Kouaouci, Pellegrino y Taylor (2000, p. 26) plantean, por ejemplo, que tendría que pensarse en el porqué de que el fenómeno se sostenga por largos periodos, llegando a la conclusión de que esto se debe a algo que denominan causas “acumuladas”. Así, estos autores proponen analizar tanto a las expectativas de mejoras sustanciales para el individuo y su familia, como a la formación de redes migratorias y la “costumbre” de migrar que se forma a lo largo de los años en las comunidades de origen de aquella población que migra. En ese sentido, esta perspectiva coincide con la de Tilly respecto a la importancia de las redes (Tilly, 1990).

            No obstante, quizá la respuesta más radical a la explicación de la migración basada en la integración de mercados vino de los académicos que retomaron algunos postulados de la escuela del sistema-mundo. Para estos, las causas del éxodo de personas de un país expulsor se encuentran directamente relacionadas con las supuestas motivaciones de atracción del país receptor. La razón principal es una sola: la llegada de grandes capitales a regiones que distaban de estar conectadas con el mercado mundial ha provocado el desplazamiento de poblaciones enteras. En esa lógica: al privatizarse grandes extensiones de tierra, al impulsar cambios institucionales y al integrar grupos de individuos al trabajo asalariado con precariedades se les ha obligado a marchar hacia otros sitios en busca de mejores oportunidades (González y Fernández, 2003, p. 47). De acuerdo con esta corriente académica, no existen pues factores separados que propicien el fenómeno migratorio, sino que los sitios de expulsión y recepción de personas deben de ser analizados en conjunto.

CGTN América (2018) Caravana migrante hondureña.

Habría que apuntar también que las herramientas conceptuales utilizadas para entender el fenómeno migratorio pueden variar de acuerdo con el tipo de éxodo que se analice, así como con su época. Hablar por ejemplo de integración de mercados laborales para analizar la llegada de europeos a América en el siglo XVII podría considerarse un anacronismo, a pesar de que ese desplazamiento sí puede pensarse como un fenómeno propiciado por expectativas de mejora y de las facilidades de obtener tierra, un insumo básico para la producción agrícola. Tómese en cuenta también que la marcha de un sitio a otro no se da sólo por causas económicas o culturales, sino que también puede ser propiciada por razones de índole social y político. Creencias religiosas (por misión o persecución) o bien la posesión de un pensamiento no acorde con un sistema de gobierno pueden propiciar también la marcha de un sitio a otro. De allí que abordar la migración desde casos históricos específicos resultaría demasiado complejo y hemos optado por mostrar el debate en torno al porqué se migra.  

Desconocido (1848) Migrants at dinner on the Fortitude. Queensland: The Moreton Bay Courier.  Queensland State Archives. (Fotografía). The Fortitude fue uno de tres barcos encargados de transportar migrantes de Inglaterra a Brisbane, Australia. Atracó en Moreton Bay el 21 de enero de 1849. Fortitude Valley debe su nombre a la embarcación.

Palabras relacionadas: desigualdad, ventaja absoluta y comparativa, norma, espacio.

Bibliografía

Burawoy, Michael (1979), Manufacturing Consent: Changes in the Labor Process Under Monopoly Capitalism, Chicago, University of Chicago Press.

Boyes, William y Michael Melvin (2006), Macroeconomics, Boston y Nueva York, Houghton Mifflin Company.

González, Gilbert y Raúl Fernández (2003), “Empire and the Origins of the Twentieth Century Migration from Mexico to the United States” en  González Gilbert y Raúl Fernández (coords.), A Century of Chicano History: Empire, Nations and Migration, Nueva York y Londres, Routledge, pp. 29-66.

Massey, Douglas, Joaquín Arango, Hugo Graeme, Alí Kouaouci, Adela Pellegrino y J. Edward Taylor (2000), “Teorías sobre la Migración Internacional: Una Reseña y Una Evaluación” en Trabajo: migraciones y mercado de trabajo, año 2, núm. 3, pp. 5-50.

Piore, Michael J. (1979), Birds of Passage. Migrant Labor and Industrial Societies, Cambridge, Cambridge University Press.

Tilly, Charles (1978), “Migration in Modern European History” en McNeill, William y R. Adams (eds), Human Migration: Patterns and Policies, Bloomington, Indiana University Press, pp. 48-74.

Tilly, Charles (1990), “Transplanted Networks”, en Virginia Yans-McLaughlin (ed.), Immigration Reconsidered. History, Sociology, and Politics, NuevaYork, Oxford University Press, p. 79-95.

Sitios de interés:

La migración humana o cómo poblamos la tierra

La migración como desafío global

https://www.un.org/es/global-issues/migration

Datos sobre migración nacional e internacional

http://www.conapo.gob.mx/es/CONAPO/Geografia_Migratoria

https://www.inegi.org.mx/temas/migracion/

https://migrationdataportal.org/

https://www.oecd.org/migration/

Historia mínima de la migración México-Estados Unidos

Migración mexicana a Estados Unidos

https://mmp.opr.princeton.edu/

Acerca del autor

David Adán Vázquez Valenzuela

Es profesor-investigador de tiempo completo en la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila. Se desempeña también como profesor de asignatura en la División de Estudios de Posgrado, Facultad de Economía, UNAM, dentro de la maestría y la especialización en historia económica. Doctor en historia por el Colegio de México, maestro en historia por el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y tiene un Bachelor of Arts en historia de la Universidad estatal de California, Los Ángeles de donde se graduó con la distinción Summa cum Laude.

En 2013 su tesis de maestría ganó el premio Salvador Azuela que otorga el Instituto de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), así como una mención honorífica en el premio Francisco Javier Clavijero que otorga el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Su tesis de maestría se convirtió en libro y fue nominada al premio William LeoGrande que otorga la American University de Washington, D.C. En 2019, su tesis doctoral ganó nuevamente el premio Salvador Azuela que otorga el INEHRM y obtuvo una mención honorífica en el premio Genaro Estrada que organiza la Secretaría de Relaciones Exteriores.  Ha realizado estancias de investigación en la Universidad de Minnesota (Twin Cities), así como en la Universidad estatal de California, Los Ángeles y en la Biblioteca Huntington de Pasadena.

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