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Historia Laboral y de la Empresa

Monopolio

Autor:Juan Carlos Morales Soto

En la obra La Política, escrita en el siglo IV antes de nuestra era, el filósofo griego Aristóteles hace uso de la palabra monopolio: μονοπώλιον (monopṓlion) que viene de μονο (mono o uno), y πωλεῖν (pōleîn) que significa vender. Al reunir estas raíces la palabra significa “un solo vendedor”. La primera vez que Aristóteles utiliza el término monopolio es en el párrafo donde cuenta el origen de la fortuna del filósofo Tales de Mileto (De Roover, 1987, pp. 169-170). Existen dudas en cuanto al significado que Aristóteles dio a la palabra monopolio, ya que en su etimología tradicional se alude a un solo vendedor, mientras que Tales de Mileto actuó más bien como un solo subarrendador, por lo que aquel no la empleó de manera apropiada en su interpretación tradicional.

Dominio público, Tales de Mileto (c. 624 a. C.-ibid., c. 546 a. C.)

Los filósofos escolásticos que hicieron contribuciones importantes a la economía como disciplina, quienes se preocuparon por los problemas económicos desde un punto de vista ético y legal, también expusieron argumentos en contra de las prácticas monopólicas. Durante la llamada Edad Media estas eran consideradas malvadas e injustas, al considerar que los monopolistas vendían los bienes a un precio mayor de lo que realmente valían, lo cual iba en contra del principio de la igualdad absoluta. Cualquier forma de abuso se contraponía a la idea de caridad, por ello, los monopolios iban en contra del bienestar general pues reducían la cantidad de mercancías y creaban una escasez artificial. Tomás de Aquino (1225-1274) consideraba que el monopolista no era un comerciante honesto ya que perseguía ganancias exclusivas en perjuicio del interés general (De Roover, 1987, pp. 175-177). Nicole Oresme, escolástico y proto economista francés (1323-1382) denunció cualquier tipo de monopolio sobre bienes necesarios para la vida, sean estos públicos o privados. San Antonino (1389-1459) se opuso a cualquier forma de monopolio que tuviera como propósito el de asegurar mayores utilidades y precios más elevados. Todas estas teorías escolásticas influyeron en la política económica y posteriores legislaciones hasta entrado el siglo XVII.

ALEC (2017) Monopoly. Graffiti callejero.

La definición de monopolio fue entendida como la de un solo vendedor hasta antes de la llamada revolución industrial británica a mediados del siglo XVIII. Desde el punto de vista económico la definición más certera sería la de un solo comerciante aunque algunos economistas prefieren usar la de un solo oferente. Sin embargo, esta última definición puede resultar limitada, mientras que la del comerciante abarcaría tanto el lado de la demanda como de la oferta (Valdés Prieto, 2004, pp. 285-289).

La economía clásica toma su principal idea sobre el monopolio de Adam Smith, quien escribió que los monopolistas, manteniendo siempre bajas las disponibilidades de sus productos en el mercado, y no satisfaciendo jamás la demanda efectiva, venden sus géneros a un precio mucho más alto que el natural, y elevan por encima de la tasa natural sus ganancias. El precio de monopolio es, en todo momento, el más alto que se puede obtener. Por el contrario, el precio natural o de libre competencia será siempre el más bajo. Siguiendo a los escolásticos, Smith agrega que el monopolio, por otra parte, es uno de los peores enemigos de una buena gestión, pues esta sólo puede lograrse en un país por medio de la libre competencia (Smith, 1958, pp. 60, 143). Para el filósofo escocés el monopolio degrada todas las prácticas capitalistas, ya que los monopolios que las metrópolis establecieron en sus colonias, al excluir a otras naciones europeas de cualquier tipo de comercio con estas últimas o viceversa se revuelven contra el país que los adopta, al verse sus ciudadanos excluidos de cualquier inversión, y obligarlos a comprar mercancías a un precio más alto al no existir un comercio libre para todos (Smith, 1958, pp. 560-561).

El concepto que Smith acuñó de la “mano invisible” hace referencia a la libre competencia la cual lleva a una mejor asignación de los recursos hacia un beneficio común, la riqueza de una sociedad se encuentra en la senda de la libertad dentro de la actividad productiva. Conceder monopolios en el mercado doméstico a cualquier especie de industria se traduce en una medida inocua o en una regulación perjudicial (Smith, 1958, p. 402). David Ricardo, otro representante del pensamiento clásico, señala que cuando un bien alcanza precio de monopolio se encuentra al precio más alto al que los consumidores estarían dispuestos a comprarlo. Los bienes se sitúan solamente en este precio cuando su cantidad no puede ser aumentada por ningún arbitrio, como el vino, o las obras de arte cuya producción es muy limitada, por lo que su oferta es rígida. El precio de monopolio no debería darse en artículos de uso común, por lo que concluye que el valor de un bien que tiene un precio de monopolio no está regulado por su costo de producción (Ricardo, 1959, pp. 187-189).

Progresive Party (1907) Póster para las elecciones del consejo del Condado de Lancashire. Inglaterra: The tribune. La ilustración muestra una mujer atendiendo a la puerta a un hombre titulado “partido moderado”. Mientras hablan, dos hombres “Dividendos” y “Monopolio privado” entran a su casa por la ventana. En la parte inferior pone “Vota por los progresistas”

En los primeros momentos de la industrialización existió un periodo de competencia entre capitales individuales desvinculados entre, el monopolio de producción se dio como un suceso inherente a la existencia de una economía de mercado. Los rasgos característicos de cualquier monopolio son: a) el control exclusivo de una parte significativa de los bienes de producción; b) la fijación de precios independientemente de las condiciones de mercado; c) la consiguiente obtención de ganancias extraordinarias (Maya, 1983, pp. 193-194). Ni Marx ni Engels pudieron escribir ampliamente sobre el paso del capitalismo a su fase monopolista, dado que fallecieron cuando este se estaba consolidando. Pero ambos, con base en su análisis científico del capitalismo de libre competencia, lo previeron y señalaron algunas de las condiciones generales que regirían esta transformación.

En su escrito Miseria de la Filosofía, publicado en 1847, Marx ya hablaba de la competencia y el monopolio, mostrándose en desacuerdo con Proudhon; allí señala que la competencia fue engendrada por el monopolio feudal, además, primitivamente, la competencia ha sido lo contrario del monopolio, por lo que el monopolio moderno es la verdadera síntesis de la competencia. Entonces presenta los tres elementos que considera como la dialéctica del monopolio: la tesis (el monopolio feudal es anterior a la competencia), la antítesis del monopolio (la competencia) y la síntesis (el monopolio moderno, que es la negación del monopolio feudal por cuanto presupone el régimen de la competencia, y la negación de la competencia por cuanto es monopolio). Y más adelante concluye:

“En la vida práctica encontramos no solamente la competencia, el monopolio y el antagonismo entre la una y el otro, sino también su síntesis, que no es una fórmula, sino un movimiento. El monopolio engendra la competencia, la competencia engendra el monopolio. Los monopolistas compiten entre sí, los competidores pasan a ser monopolistas. Si los monopolistas restringen la competencia entre ellos por medio de asociaciones parciales, se acentúa la competencia entre los obreros; y cuanto más crece la masa de proletarios frente a los monopolistas de una nación, tanto más desenfrenada se hace la competencia entre los monopolistas de las diferentes naciones. La síntesis consiste en que el monopolio no puede mantenerse sino librando continuamente la lucha de la competencia” (Marx, 1987, pp. 96-102).

Poco después, en el tomo I de El Capital, publicado en 1867, sostiene que en este proceso, además, hay que diferenciar entre acumulación, concentración y centralización del capital: “No se trata de una simple concentración, idéntica a la acumulación de los medios de producción. Se trata de la concentración de los capitales ya existentes… de la expropiación de unos capitalistas por otros, de la aglutinación de muchos capitales pequeños para formar unos capitales grandes… Se trata de una verdadera centralización, que no debe confundirse con la acumulación y la concentración (Marx, 1999 [1867], p. 529). En 1894 Friedrich Engels, al comentar la obra póstuma de Marx, sostiene que “la libertad de competencia, tan ensalzada desde antiguo, ya agotó sus argumentos y debe anunciar ella misma su manifiesta y escandalosa bancarrota. Y lo hace por el procedimiento de que en todos los países, los grandes industriales de un ramo determinado se juntan en un cártel destinado a regular la producción… Entonces se llegó a concentrar la producción total de un ramo determinado de la actividad —en aquellos ramos en los que la escala de la producción así lo permitía— en una sola gran sociedad por acciones, de dirección unitaria.” (Marx, 1977, p. 564).

Bengough, J. W. (1896) Monopoly. The up-to-date primer: a first book of lessons for little political economists. N.Y.: Funk & Wagnalls.

Por otra parte, Rudolf Hilferding definirá al capital financiero como la categoría básica del capitalismo monopolista. Este economista austriaco de corte marxista distingue una situación en donde se transforma la relación de los bancos con la industria pues el capital invertido en esta recae cada vez más sobre estas entidades financieras. De este modo, la potencia del capital determina qué empresas caen bajo la dependencia de otras, lo que elimina la libre competencia, esta potencia está vinculada con el crédito. Hilferding concluye que la dependencia de la industria hacia los bancos es consecuencia de las relaciones de propiedad: una parte cada vez mayor del capital industrial pertenece a los bancos, de allí que el autor llame “capital financiero al capital bancario, esto es, capital en forma de dinero, que de este modo se transforma realmente en capital industrial… El capital financiero se desarrolla con el auge de la sociedad por acciones y alcanza su apogeo con la monopolización de la industria” (Hilferding, 1971, pp. 231-255).

Dentro de la escuela austríaca Ludwig von Mises distingue dos significados distintos del término monopolio. El primero es aquel en el que un individuo o grupo goza de control absoluto y exclusivo sobre alguno de los factores imprescindibles para la supervivencia humana. Bajo tal monopolio no habría mercado ni competencia, en la práctica esto se traduciría en un estado socialista universal que disfrutaría de ese monopolio total y absoluto, el cual podría aplastar a cualquier oponente, condenándolo a morir de hambre. En el segundo, el monopolio se sitúa bajo una economía de mercado en donde el monopolista resulta ser una persona o grupo de individuos que controlan la oferta de determinada mercancía. “El monopolio, como tal, carece de significación y trascendencia por lo que al funcionamiento del mercado y a la determinación de los precios atañe. Por sí solo no otorga al monopolista ventaja alguna en relación con la colocación del producto”(von Mises, 1986, pp. 420-429). Así pues, para el economista austriaco el monopolio no es malo per se, sino que su presencia resulta perjudicial cuando está vinculada con la planificación estatal o bien cuando la situación de monopolio permite vender menos a mayor precio.

Taylor, Charles (1897) In the hands of his philanthropic friends. N.Y.: Keppler & Schwarzmann, Marzo 10.

La ilustración muestra al Tío Sam caminando entre dos hinchados hombres de negocios, “Monopolios” a su derecha y “Fideicomisos” a su izquierda; ambos roban del bolsillo del Tío Sam sin que este se dé cuenta.

Por su parte, los libros de texto universitarios consideran que el monopolio es lo opuesto a la competencia: “obstaculiza el movimiento de los precios hacia el nivel de competencia perfecta, impidiendo así una adecuada asignación de los recursos productivos” (citado en Cachanosky, 2020, p. 235). También son considerados como estructuras de mercado de competencia imperfecta, es decir, cuando un comprador o un vendedor puede influir en el precio de un bien (Samuelson y Nordhaus, 2002, p. 34). Este matiz del monopolio como competencia imperfecta es crucial para entender su teorización dentro de la microeconomía contemporánea, pues lo encaja como parte de un cuerpo de modelos que pueden resumirse en el siguiente cuadro.

Palabras relacionadas: economía, pensamiento clásico, mercado, arbitraje

Bibliografía

Cachanosky, Iván (2020), “En defensa del monopolio competitivo” en Procesos de Mercado: Revista Europea de Economía Política, vol. XVII, núm. 1, pp. 233-264. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7966560

De Roover, Raymond (1987), “La Teoría del Monopolio antes de Adam Smith: una Revisión” en Estudios Públicos, núm. 25, pp. 169-202. Disponible en: https://www.cepchile.cl/cep/site/docs/20160303/20160303184136/rev25_roover.pdf

Hilferding, Rudolf (1971), El Capital Financiero, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, Instituto Cubano del Libro.

Marx, Karl (1999), El Capital. Crítica de la Economía Política. Tomo I. Cap. XXIII. Decimoséptima reimpresión, 1982. Fondo de Cultura Económica. México, D.F.

Marx, Karl (1976), El Capital. Crítica de la Economía Política. El proceso global de la producción capitalista, Tomo III, Vol. 6, México, Siglo XXI.

Marx, Karl. (1977), El Capital. Crítica de la Economía Política. El proceso global de la producción capitalista, Tomo III, Vol. 7, México, Siglo XXI.

Marx, Karl (1987), Miseria de la Filosofía. Respuesta a la Filosofía de la Miseria de P.-J. Proudhon, México, Siglo XXI.

Maya, Carlos (1983), “Análisis del monopolio según la Teoría del Valor”en Revista Investigación Económica, n. 163, pp. 191-228. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/312579526_Analisis_del_monopolio_segun_la_teoria_del_valor

Ricardo, David (1959), Principios de Economía Política y Tributación,México, Fondo de Cultura Económica.

Samuelson, Paul y  William Nordhaus (2002), Macroeconomía con aplicaciones a Latinoamérica, México, McGraw-Hill/Interamericana Editores. 

Smith, Adam (1958), Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones, México, Fondo de Cultura Económica.

Valdés Prieto, Domingo (2004), “Hacia una nueva lectura de la definición nominal de monopolio” en Revista Derecho y Humanidades, núm. 10, pp. 285-289. Disponible en: https://revistas.uchile.cl/index.php/rdh/article/download/17029/17752/

Von Mises, Ludwig (1986), La Acción Humana. Tratado de Economía, cuarta edición, Madrid,  Unión Editorial.

Vínculos de interés:

Los diez principios de la concentración de la riqueza y el poder de Chomsky:

Noam Chomsky “La Concentración de la Riqueza y el Poder”

El caso de la Standard oil:

How Rockefeller Built His Trillion Dollar Oil Empire

Juicio antimonopolio a Rockefeller Gigantes de la industria .

El caso de Microsoft:

La CAIDA de BILL GATES y El GRAN JUICIO contra MICROSOFT | Parte 1

Los monopolios farmacéuticos:

La verdad sobre los monopolios farmacéuticos (Documental completo 2019)

Sobre los monopolios en la producción de vacunas:

Vaccine monopolies make cost of vaccinating the world against COVID at least 5 times more expensive than it could be | Oxfam International

Para conocer más sobre la historia de la fortuna de Tales de Mileto, y su pensamiento, escucha este podcast en Spotify:

Episode #001 … Presocratic Philosophy – Ionian – Philosophize This! | Podcast on Spotify

Acerca del autor

Juan Carlos Morales Soto

Es licenciado en Economía por la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en donde defendió la tesis: “El Impacto de la Jubilación en México. El Caso Telmex (2005-2016)”. Es especialista en Historia Económica (2021) por la Facultad de Economía de la UNAM con el ensayo: “El Impacto de la Estancia de Matías Romero en los Estados Unidos en su Proyecto de Reconstrucción de la Hacienda Pública Mexicana, 1868-1872”. Profesor de francés en el CELEX de ESIME Culhuacán, del Instituto Politécnico Nacional de cuya práctica se han derivado traducciones francés-español para la Revista Momento Económico del Instituto de Investigaciones Económica de la UNAM.

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