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Historia Económica

Desigualdad

Autor: Israel García Solares

En 1754 Jean Jacques Rosseau escribió el “Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres”. El texto era una respuesta al debate iniciado por Voltaire y Hobbes respecto a la naturaleza del hombre y de su rol en la sociedad. Rousseau distinguía dos tipos de desigualdad. La desigualdad natural tenía que ver con la constitución física de los seres humanos, edad, salud, corpulencia, y espíritu. Rousseau consideraba que esta desigualdad natural y sus causas no debían ser objeto de especulación filosófica. Los autores que teorizaron sobre ella habían proyectado el mundo social sobre la naturaleza: “Hablaban del hombre salvaje, pero pintaban al hombre civil”. El segundo tipo de desigualdad, y aquella que podía ser justamente estudiada, era la desigualdad moral o política. Ésta se trataba de una convención humana que otorgaba privilegios de diverso tipo a ciertos individuos “en perjuicio de otros”. Estos privilegios eran: “ser más ricos, más distinguidos, más poderosos o, incluso, hacerse obedecer” (Rousseau, 1754, p.18).

El discurso de Rousseau fue muy influyente en la Revolución Francesa, no obstante, sigue delineando las claves sobre las cuales se estudia la desigualdad a nivel global. Hay tres elementos que son clave en estos estudios. En primer lugar, una tipología que define la desigualdad en clave de mesura discernible: desigualdad de riqueza, desigualdad de estatus y desigualdad de poder. Esta tipología asume que la misma característica, riqueza, estatus y poder, se encuentra distribuida en la sociedad, pero concentrada en unos pocos. En segundo lugar, define otro tipo de desigualdad, la funcional, en la cual la relación entre dos partes implica una inequidad dada por la existencia de una característica: mandar requiere la existencia de su contraparte, obedecer. Finalmente, el discurso marca un debate crucial: la desigualdad, sea de grado o de cualidad, es siempre en perjuicio de otros.

El concepto de desigualdad no formó parte de los debates de los primeros siglos de existencia de la Economía Política y se encontraban, en cambio, más preocupados por la propiedad como fuente de la distribución de la riqueza. “Donde hay gran propiedad hay gran desigualdad” sostenía Smith “la afluencia de los pocos supone la indigencia de los muchos.” Esa era la razón por la cual existían gobiernos y sistemas de leyes, para proteger a propietarios de sus enemigos. La exclusividad de la propiedad aparecía como la fuente de la desigualdad de grado de riqueza: “por cada hombre muy rico debe haber cuando menos quinientos pobres” aseguraba Smith (1776, p.947)

David Ricardo y Karl Marx continuaron dicha tradición que separaba la desigualdad de riqueza con base en la propiedad de factores funcionales en la producción. Ricardo no utilizó el término en sus escritos, y Marx estaba más preocupado por uno de los aspectos que hacían relevante la desigualdad de grado, a saber, el de la explotación. El concepto de explotación, o de extracción del excedente, implicaba una dinámica entre diversos tipos de desigualdad. La desigualdad de riqueza, basada en la propiedad, otorgaba una desigualdad funcional, la capacidad de mando o de ser obedecido por la fuerza de trabajo, lo que perpetuaba a su vez la desigualdad de grado. Los trabajos de Marx, aunque no directamente interesados en las desigualdades enumeradas por Rousseau, plantearon el mecanismo que hacía posible la reproducción de estas más allá del contrato social: la circulación del capital.

Hasta entonces, las definiciones de desigualdad se basaban en el análisis de variables estáticas (o stocks) y no de variables de flujo. En 1905, Edwin Cannan analizó el problema de la distribución, pero renombró la distribución como “división” y a “la riqueza” como “ingreso”. Este tránsito a variables de flujo tuvo como origen el cálculo de los ingresos nacionales por parte de los estados de sus poblaciones. En la crítica hacia la teoría económica clásica y neoclásica, Cannan sostenía que hasta entonces sólo se habían preocupado por los mecanismos de distribución, pero no por sus términos. Cannan sostenía que no sólo los precios relativos de los factores eran relevantes, sino sus montos totales y la proporción que ocupaban en la distribución del excedente. Dichos ejercicios estadísticos, consideraba, eran relevantes para proponer soluciones políticas de división del ingreso, a lo que volvió a llamar “desigualdad”. Para Cannan, como para la mayoría de los economistas clásicos, la desigualdad era un mal necesario, pero hay muchas buenas razones para suponer que es más grande que necesario” (Cannan, 1905, p. 368).

El planteamiento de Cannan fue el primero, dentro del campo de la Economía, que planteó el término de “desigualdad del ingreso”. Esta es diferente de la desigualdad de riqueza, en tanto que una es un flujo y la otra es un stock, pero aún resultaba difícil darle sentido sin consideraciones globales del ingreso. Durante el siglo XIX Gran Bretaña había implantado, de manera intermitente, el primer impuesto sobre la renta, lo cual permitió tener datos sobre ingresos a nivel individual mayores a 150 libras, de este modo, la mayoría de los países europeos adoptaron esta medida antes o durante la Primera Guerra Mundial. Estos datos fueron usados por Arthur Bowley, quien realizó la primera estimación de la división del ingreso en Gran Bretaña en 1920, mientras que por su parte, el economista menchevique Sergei Prokopovich, logró la estimación de la distribución del ingreso nacional ruso en 1924 (Prokopovich, 1924; Bowley, 1920).

No obstante, la discusión actual sobre la desigualdad llegó durante la década de 1950 de la mano del economista bielorruso Simon Kuznets. En 1931 Kuznets quedó a cargo de diseñar la primera medición de ingreso nacional en Estados Unidos dentro del National Bureau of Economic Research (NBER), poniendo en marcha una metodología que fue muy influyente en el diseño de las cuentas nacionales a nivel mundial. De este modo, en la década de 1950 usó las nuevas mediciones del producto a nivel nacional en conjunto con las mediciones tradicionales de distribución del ingreso basadas en los cálculos de impuestos en Estados Unidos. En el planteamiento de Kuznets la desigualdad crece conforme incrementa el ingreso per cápita, esto debido a inequidades distributivas entre los diferentes sectores de la población. No obstante, se estabiliza y después cae ante mayores niveles de ingreso per cápita resultado de la urbanización y movimientos de la fuerza de trabajo. Este movimiento, en el cual el crecimiento primero empuja a la desigualdad hacia arriba y luego la disminuye, ha sido llamado “la curva de Kuznets” (Kuznets, 1934, 1952 y 1955; Kuznets y Jenks, 1953).

El paradigma kuznetsiano fue dominante en los estudios sobre desigualdad hasta las décadas de 1980 y 1990, años en los que fueron desplazados por los estudios sobre pobreza. En todo caso, las conclusiones de Kuznets se mantuvieron intactas en la economía occidental y convencional hasta los trabajos de los economistas franceses Thomas Piketty y Emmanuel Saez, quienes realizaron un trabajo para el NBER recalculando la desigualdad de largo plazo en Estados Unidos entre 1913 y 1998. A diferencia de otros estudios de desigualdad, homogeneizaron los datos para casi un siglo y se concentraron en los ingresos de los cuantiles mayores del ingreso. En la nueva estimación mostraron una caída de la desigualdad en los años analizados por Kuznets, pero una revitalización de la desigualdad a partir de la década de 1970 (Piketty y Saez, 2001). En los siguientes años, Piketty y sus colaboradores han repetido el ejercicio para diversas economías occidentales, obteniendo resultados similares a largo plazo.

Así pues, el campo de estudio de la desigualdad se ha expandido tanto en Ciencias Sociales como en Historia. Actualmente existen estudios de desigualdad que van desde la psicología experimental a modelos de equilibrio general; desde estudios arqueológicos a estudios de big data sobre redes sociales. Aunque el análisis de la desigualdad en torno al ingreso sigue siendo dominante, se han incrementado los estudios que toman en cuenta las desigualdades alrededor del estatus, en especial aquellos que analizan la meritocracia así como la desigualdad de poder. Sin embargo, la mayoría de los estudios sigue analizando la desigualdad en una sola dimensión: alrededor del grado y flujo de ingreso. Los análisis de las desigualdades de estatus y poder siguen siendo minoritarios, incluso puede decirse que la desigualdad vista desde la riqueza se mantiene poco estudiada, más aún, las desigualdades funcionales son reducidas en muchas ocasiones a desigualdades de ingreso. De este modo, persisten las problemáticas identificadas desde la economía clásica en donde la propiedad aparece como la fuente de la desigualdad material y la de corte funcional como una relación entre trabajadores y propietarios. Esto implica que la desigualdad no es simplemente la inequidad entre individuos, sino producto de relaciones sociales. Los privilegios, como observaban Rousseau y Smith, siempre suponen el perjuicio de las mayorías.


Palabras relacionadas:

Subdesarrollo, impuesto, ventaja absoluta y comparativa, pensamiento clásico.

Vínculos de interés sobre desigualdad:

https://data.oecd.org/inequality/income-inequality.htm

https://wid.world/es/pagina-de-inicio/

http://piketty.pse.ens.fr/fr/recent

Sobre la desigualdad como muestra de la concentración del poder económico y político en: 

https://www.oxfammexico.org/sites/default/files/desigualdadextrema_informe.pdf

Bibliografía 

Alacevich, Michele y Anna Soci (2017), Inequality: A short history, Washington DC, Brookings Institution Press. Bowley, Arthur Lyon (1920), The change in the distribution of the national income, 1880-1913, Oxford, Clarendon Press. 

Disponible en: http://www.piketty.pse.ens.fr/files/Bowley1920.pdf Cannan, Edwin (1905), “The division of income” en The Quarterly Journal of Economics 19, no. 3, pp. 341-369. 

Kuznets, Simon y Elizabeth Jenks (1953), “Shares of upper income groups in savings” en Shares of upper income groups in income and savings, NBER, pp. 171-218. 

Kuznets, Simon (1955) “Economic growth and income inequality” en The American economic review, vol. 45, no. 1, pp. 1-28. 

Kuznets, Simon (1952), “Long-term changes in the national income of the United States of America since 1870” en Review of Income and Wealth, vol. 2, no. 1, pp. 29-241. 

Kuznets, Simon (1934), “National Income, 1929-1932” en National Income, 1929-1932, NBER, pp. 1-12. 

Piketty, Thomas y Emmanuel Saez (2001), Income Inequality in the United States, 1913-1998 (series updated to 2000 available), NBER, Working Paper No. w8467. Disponible en https://www.nber.org/system/files/working_papers/w8467/w8467.pdf 

Prokopovich, Sergeĭ Nikolaevich (1924), Economic condition of Soviet Russia, Londres, P.S. King. 

Rousseau, Jean Jacques (1754), Discours sur l’origine et les fondements de l’inégalité parmi les hommes, Québec, Classiquez Ucaq. Disponible en: http://classiques.uqac.ca/classiques/Rousseau_jj/discours_origine_inegalite/origine_inegalite.html 

 Smith, Adam (1776), An inquiry into the nature and causes of the wealth of nations, Londres, ElecBook classics, p. 947.

Licenciado y maestro en economía por la Facultad de Economía de la UNAM. Maestro y doctor en Historia por el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México. Se ha desempeñado como profesor y tutor de la Especialización en Historia Económica, Programa Único de Especializaciones en Economía del Posgrado en Economía de la UNAM. En 2018 recibió la beca de investigación Fulbright-García Robles y la Charles Redd Fellowship Award. Ha sido académico visitante en las Universidades de Utah, Brigham Young, Notre Dame, California-San Diego y Harvard. Actualmente es investigador posdoctoral en la Universidad de Notre Dame.
Israel García Solares
Licenciado y maestro en economía por la Facultad de Economía de la UNAM. Maestro y doctor en Historia por el Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México. Se ha desempeñado como profesor y tutor de la Especialización en Historia Económica, Programa Único de Especializaciones en Economía del Posgrado en Economía de la UNAM. En 2018 recibió la beca de investigación Fulbright-García Robles y la Charles Redd Fellowship Award. Ha sido académico visitante en las Universidades de Utah, Brigham Young, Notre Dame, California-San Diego y Harvard. Actualmente es investigador posdoctoral en la Universidad de Notre Dame.

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